por Roby González Torres
Periodista Independiente
27 de octubre del 2010
Familia cubana dividida.
El pasado 21 de octubre de 2010 fui víctima (a pesar de estar visado por el Gobierno Norteamericano desde junio de 2009; ya un año y cuatro meses) del más cruel abuso, atropello y violación de los Derechos Humanos por parte del régimen cubano: - Sometido a la brutal y desgarradora separación familiar, manteniéndome confinado al encierro forzoso y político dentro de esta horrenda cárcel castrista en la que se ha convertido Cuba.
En el caso del entonces niño Elián González (ocurrido una década antes), el sistema de justicia norteamericano lo unió al padre, en cambio a mí, el sistema totalitario cubano me separó de mis hijos y esposa (quienes se vieron en la necesidad imperiosa de abandonar el país). Casos como el mío son innumerables en la Isla Socialista; por lo que saquen sus propias conclusiones.
En circunstancia tan dura solo me queda compartir mi dolor, tanto con quienes lo han o están sufriendo, como con los dichosos que no les ha tocado tan patética tortura, y llegar a todos los corazones con este poema:
Separación
Cuanta tristeza sentí
al ver como se alejaban
y fuera de mi alcance quedaban
la familia que con mi vida consentí
Besos míos que vieron crecer
brazos que siempre acariciaron
hasta que solos quedaron
en este maldito oscurecer
Culpable es el tirano
que nuestros corazones destruye
pero a la vez construye
la perdición con su propia mano
No hay mundo que resista
el dolor que mi pecho siente
pero tengo el gran aliciente
que escaparon del cruel esclavista
El amor me da consuelo
y el malvado no podrá evitar
que algún día juntos podamos estar
en la Tierra o en el Cielo.
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