29 de Octubre de 2008por Sergio Pastor Martínez Carrazana
En el interrogatorio primó la comunicación distorsionada e irreflexiva, por parte de los represores, evidentemente hacia el activismo mantenido por Roby en la defensa y promoción de los derechos humanos y su accionar en el grupo contestatario y humanitario que milita.
En dicho cuartel, los de la policía política secreta le informaron al detenido, que le impusieron-injustamente-un acta de advertencia, en la cual estaba registrado que el motivo de la -arbitraria- citación para esta fecha, era una advertencia, la cual consistía en reunión con personas “contrarrevolucionarias” y de mala conducta social, por no tener vinculo laboral.
Dicho documento le fue entregado para firmar a Roby, negándose este rotundamente a rubricarlo, por considerarlo violatorio e impositivo.
Los del DSE le afirmaron a Roby, que si continuaba las actividades pro derechos humanos, seria procesado judicialmente por “Peligrosidad Social”. Finalmente, transcurridas tres angustiosas horas fue liberado.
El propósito esencial de los agentes fue para intimidar y prohibirle a Roby, estar organizado en la CAPPF, la misma que considera el mencionado órgano como ilegal, violando flagrante e impunemente, los derechos Garantizados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Acudieron solidariamente en representación de la CAPPF hasta el cuartel policial, para apoyar a Roby, y en señal de firme condena a estas represivas prácticas: Miguel Amado Reyes Fonseca, Sergio Pastor Martínez Carrazana, Lázaro Prieto Álvarez, Julio Cesar Peña Laballe, Edgar Gálvez Vega, Ricardo Aguilar García, Medardo Maldonado Romero, José Ángel Vera García y Roby González Torres.
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